Protagonistas

“Sin impulso y pasión es muy difícil abordar un festival como este”

“Sin impulso y pasión es muy difícil abordar un festival como este”

Protagonista Juan Antonio Vigar

22.03.2025

El director hace balance de la 28 edición, en la que el crecimiento del certamen ha sido evidente

Ana G. Inglán

El lema de esta edición era “La cultura es el camino. Málaga, el destino”, un mensaje que parece que ha calado entre los asistentes. 

Efectivamente. Siempre explico que la cultura define al ser humano, lo dimensiona y engrandece, porque la cultura, el conocimiento y el pensamiento nos hacen seres más libres, reflexivos y coherentes con el mundo en que vivimos. La cultura es siempre el último refugio en un mundo tan convulso, tensionado y agresivo. En este sentido, para nosotros, para el Festival de Málaga, la cultura es el camino. Y más allá del lema, cada año, y este especialmente, hemos demostrado una vez más que Málaga es el mejor destino para vivir la cultura y, especialmente, el cine. 

No puede haber entrevista al director sin preguntarle por el elevado número de películas en Sección Oficial en esta edición. Finalizado el festival, ¿cuál es su balance de esta amplia selección? 

Como sabes, soy un hombre de Ciencias y siempre he creído que los números son la mejor manera de entender nuestra realidad. En el Festival de Málaga, analizamos cada dato con el objetivo de mejorar, ser un reflejo fiel de la industria audiovisual que representamos y, sobre todo, de ser útiles al sector. Este año hemos alcanzado ese número de películas en Sección Oficial y ha sido el resultado natural de un festival que cada vez despierta más interés y atrae más producciones de gran calidad. Nuestro compromiso es claro: dar espacio a la mayor cantidad posible de trabajos audiovisuales, siempre respetando unos estándares de calidad muy exigentes. Y la valoración de ese número de películas depende de quién la hace. Te explico. Para los productores, son pocas. Para el público, también. Para la prensa, quizás son muchas. Pero el Festival debe tener una visión global y atender a todos los intereses. Pero si tenemos que hablar de números, no nos quedemos solo en el de películas. Nuestros números hablan también del impacto que generamos en la ciudad, en su economía, en la creación de empleo y en la proyección internacional de nuestra industria. Cada edición del festival es una oportunidad para fortalecer el sector y para convertir a Málaga en un referente cultural y cinematográfico. Lo que nos mueve no es batir récords, sino ser útiles para la industria, para el público y para la ciudad. Porque cuando el cine crece, Málaga también lo hace.

Y este año ha cumplido también un sueño, acercar el Festival al mar. 

Así es. En ese camino que construimos y andamos juntos en cada edición, nos hemos acercado un poco más al mar, porque Málaga es Mediterráneo, y este año nos ha acogido en una nueva casa en La Villa del Mar, un espacio que hemos creado para mostrar los lazos, proyectos y sinergias entre la industria audiovisual y las tecnologías que la están cambiando día a día. Un espacio que ha tenido una gran acogida entre el público de la industria en encuentros, mesas redondas, networking… Pero también entre el público general, que ha disfrutado de demostraciones y conciertos gratuitos al aire libre en la playa. La Villa del Mar ha demostrado ser un espacio para el negocio, el aprendizaje y el intercambio de conocimiento, un foco de innovación y un nuevo punto neurálgico del Festival. Tras esta ‘experiencia piloto’, porque siempre nos gusta trabajar con prototipos, hemos comprobado que este es -de nuevo- el camino a seguir. En ese lema que comentábamos -la cultura es el camino- se nos abren muchas veredas. 

Como no eran ya suficientes novedades, ya ha anunciado una nueva sección para la 29ª edición. Cuéntenos. 

Cada año digo que es necesario evolucionar, reformularse, adaptarse a la realidad. Desde 2017, el Festival de Málaga ha abrazado el cine iberoamericano con el objetivo de convertirse en un canal eficiente para su llegada a España y Europa. Este esfuerzo ha dado enormes frutos en la promoción y visibilidad de numerosas películas que han encontrado en Málaga su plataforma para la venta internacional y ha consolidado al Festival como referente audiovisual en el sur de Europa. Sin embargo, el Festival debe ir más allá de exhibir producciones convencionales, tenemos que apostar también por las nuevas formas de producción ‘comunitarias’ que visibilizan la diversidad étnica y cultural de América. Estas historias no solo preservan las identidades originarias, sino que también luchan contra la invisibilidad impuesta por la industria convencional, ofreciendo una visión auténtica y diversa de la realidad americana. Por ello, en la edición de 2026, el Festival de Málaga lanzará la nueva sección América, América, para, en esta reiteración del término, abarcar a estos territorios en toda su extensión, desde lo urbano y conocido hasta lo indígena y rural, mostrando la diversidad de culturas y de formas de creación audiovisual que hoy nos ofrece América. 

El área de industria del Festival, MAFIZ, ha vuelto a demostrar su pujanza pese a haber visto mermado su presupuesto. ¿Cómo se ha conseguido? 

Nuestra área de industria MAFIZ es ya nuestra gran seña de identidad. Y es una identidad a la que no podemos ni queremos renunciar. Por eso, este año, pese a haberse eliminado los fondos europeos que nos financiaban y tener por tanto un presupuesto considerablemente menor, hemos trabajado con impulso y pasión para mantener esos estándares de calidad de los que siempre hablo. Solo concebimos el trabajo desde ese impulso y pasión, por lo que hacemos, por nuestro festival y por este sector. Ese es el código con el que trabaja nuestro equipo y que me intento imponer día a día. Sin impulso y pasión es muy difícil abordar esta complicada tarea. Pero también es necesario el presupuesto, es evidente. Estamos muy agradecidos a quienes hacen posible el festival. Fundamentalmente al Ayuntamiento de Málaga que lo organiza y sostiene, pero también al resto de instituciones y, en el caso de MAFIZ, al Ministerio de Cultura y al ICAA y a ICEX por seguir a nuestro lado en el mercado Spanish Screenings Content. El Festival se nutre de las aportaciones institucionales y de sus ingresos propios, a través de patrocinios privados y entradas. Esta segunda parte, en la que no paramos de trabajar, es complicada en su crecimiento, por lo que necesitamos de un incremento en la sensibilidad por parte de las instituciones públicas con más recursos económicos para seguir creciendo y siendo útiles. 

¿Marcamos ya la cita para el próximo año? 

Claro que sí. El 29 Festival de Málaga se celebrará del 6 al 15 de marzo de 2026. Mientras tanto, nos vemos en el cine.