Protagonistas

“Me atraen los personajes que eligen actuar fuera de las expectativas de la sociedad y pensar por sí mismos”

“Me atraen los personajes que eligen actuar fuera de las expectativas de la sociedad y pensar por sí mismos”

Protagonista Mark Gill

21.03.2025

El director británico Mark Gill se adentra en en su segundo largometraje en el universo del artista japonés Masahisa Fukase

CARMEN ALCARAZ

¿Qué fue lo que le atrajo del trabajo de Masahisa Fukase para llevar su historia a la gran pantalla?

En términos muy sencillos, consideré ‘Ravens’ como un triángulo amoroso entre el artista, su esposa y su obra. Investigué mucho y descubrí que había suficientes elementos narrativos atractivos para formular un argumento sobre los sacrificios que se deben hacer cuando se es artista. Obviamente, su obra también es asombrosa, pero necesitaba saber que había una buena historia allí.

¿Cómo fue el proceso creativo para entender mejor la vida de Fukase, su relación con Yoko y el impacto que esta tuvo en su obra?

Leí mucho y entrevisté a amigos, colegas y familiares de Fukase. En cuanto a Yoko, lo más importante era demostrar que, a pesar de la naturaleza volátil de su matrimonio, se amaban. También insistí mucho en que Yoko no debía adorar a Fukase en ningún momento. Fukase era un marido atento y cariñoso, pero su genio también lo hacía difícil, violento e impredecible. Yoko tuvo que ser una mujer fuerte para capear la tempestad de su matrimonio con Fukase.

Fukase destaca por su estilo fotográfico distintivo. ¿Cómo incorporó esa estética visual en la película, y qué desafíos supuso representarla?

La respuesta corta es que no lo hice. Nunca busqué replicar el estilo de filmación de Fukase al abordar la cinematografía. Me influyeron más las películas japonesas de los años 60 y 70.

‘Ravens’ no solo es un biopic, sino que también se adentra en aspectos de la psicología humana. ¿Cómo decidió abordar el lado más introspectivo de los personajes? 

Me centré más en contar una buena historia y en crear personajes creíbles basados en la investigación. No creo que me centrara especialmente en la introspección de los personajes, sino en si los personajes eran auténticos y si su comportamiento reflejaba el de los japoneses de ese período Shōwa. Esta es una época conocida como “la era de la paz ilustrada” y que corresponde al reinado del emperador Hirohito, que abarca desde diciembre de 1926 a enero de 1989.

Los demonios de Fukase se convierten en un personaje tangible en la película. ¿Cómo surgió esta idea? 

Quería encontrar una forma de que Fukase expresara sus pensamientos internos. Me inspiré en personajes mitológicos japoneses llamados Tengu, demonios que interfieren en la vida de los hombres. Me resultó interesante que Fukase hablara con una manifestación física de su demonio interior. 

La película se ambienta en el Japón de posguerra, una época en la que el país experimentaba un fuerte contraste entre la modernización y las tradiciones arraigadas. ¿Qué importancia tiene esto en la película? 

Estos períodos ya no se ven a menudo en las películas japonesas y sentí que eran un contexto importante para comprender mejor el mundo en el que nació Fukase, y por qué eso creó conflictos con su familia.

Esta es su segunda película tras ‘England is mine’, que aborda la vida de Steven Patrick Morrissey antes de convertirse en líder del grupo The Smiths. ¿Tiene querencia por los artistas torturados?

No los veo como artistas torturados, sino como personas que eligieron actuar fuera de las expectativas de la sociedad y pensar por sí mismas. Hay algo muy atractivo en eso.

Es su primera visita al Festival de Málaga. ¿Qué espera de este certamen?

Estoy muy contento de que el Festival de Málaga haya seleccionado nuestra película. Para cualquier cineasta, que su trabajo sea seleccionado para ser exhibido es un gran honor. Tengo grandes amigos españoles, incluido mi director de fotografía, Fernando Ruiz, así que sé que seremos muy bien recibidos.