Protagonista María Ripoll
María Ripoll vuelve a Málaga con ‘También esto pasará’ basado la novela de Milena Busquets que retrata su propia historia
TAMARA HARILLO
El pasado año estuvo también fuera de concurso. ¿Regresa con ganas?
Sí, siempre digo que en realidad yo hago pelis para presentarlas en el Festival de Málaga. Me encanta venir porque mis comedias gustan mucho aquí y desde siempre me ha acogido estupendamente. Me habría puesto muy triste si este año no hubiera podido estar.
Pero esta vez la historia es más personal. Adapta un bestseller de Milena Busquets con el que se siente muy identificada.
Leí este libro cuando mi madre falleció y lo devoré. Me entró cada página por los poros de la piel y quise hacer esta película hace 10 años. Cuando vinieron los productores y me la ofrecieron, no me lo podía creer. Ha sido un regalo.
Y en este tiempo, ¿ha cambiado ese amor por el relato?
A mí me ha pasado lo mismo que a Blanca, la protagonista. He crecido, he evolucionado. Quedarse sin los padres te hace adulto, aunque no quieras. Entonces lo he podido dirigir desde una perspectiva más adulta y sabiendo lo que pasa. Es una reflexión muy pensada y desde el corazón que igual en su momento no habría podido asumir de esta forma.
Blanca escapa del dolor a través de las cosas bonitas, de los amigos y del sexo. Habla de una manera muy particular de asumir el duelo.
Sí, y ese era el reto de adaptar esta novela. Habla de la profundidad con mucha ligereza. Cómo pasar a través del dolor de manera luminosa. La ligereza es un poder para la vida.
Entonces, ¿ha sido fiel al texto original?
He intentado serlo, pero no todo cabía en la película. Siempre hay una interpretación, una mirada más subjetiva, muy mía. Pero estoy muy contenta y Milena, también. Ella ha estado presente en este proceso e incluso ha escrito un libro sobre el rodaje de la película, que también se va a publicar.
Nos cuenta una historia sobre mujeres con la vida patas arriba. Además del retrato generacional, hay mucha sororidad, ¿no?
Totalmente. Antes se tenía que tener todo claro a los 20 porque solo había un objetivo: casarse y tener hijos. Ahora hay muchas otras metas que nos plantean quiénes somos y qué queremos. Muchas veces, aunque tengas 40 años, el paso a la adultez sigue siendo complicado. Como dice Milena: “Yo me imaginaba así con 20 o con 30, pero nunca con 40”. Y eso es lo que hemos de hacer: contar historias que nos llenen el corazón. Nuestra familia también está en las amigas. El valor de la amistad quizá es más importante que el del amor.
Hablando de trabajo, ¿cómo lo hace para no parar? Siempre está en algo.
Intento parar, pero no sé. Siempre hay un desafío. Ahora mismo estoy rodando una alta comedia y nos lo estamos pasando en grande. Pero sí, llevo una película al año, es mucho, pero me da energía. Me encanta mi trabajo y vivir en la ficción más que en la realidad.