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“Hoy la percepción pública está en un momento difícil de descifrar”

“Hoy la percepción pública está en un momento difícil de descifrar”

Protagonista Valeria Bertuccelli y Mora Elizalde

18.03.2025

Valeria Bertuccelli y Mora Elizalde firman ‘Culpa cero’, una comedia sobre las polaridades y la influencia del contexto actual

CARMEN ALCARAZ

‘Culpa cero’ cuenta la historia de una escritora de éxito a la que acusan de plagio. En España se nos pueden venir a la cabeza algunos nombres propios con historias similares. ¿En qué se han inspirado para hacer esta película? 

Valeria: La película está inspirada en personajes que construyen su mundo alrededor de la mentira, por decisión propia, pero también por ignorancia, con bruteza y deseos irrefrenables de poder y de seducción. Lo inquietante es cuán parecidos podemos ser a estas personas o cuánto aceptamos su cuento para sentirnos mejor. El plagio de Berta es, tal vez, solo una excusa para que podamos ver la desesperación que le causa encontrarse con el mundo real, la misma que hace que muchos aceptemos su crueldad como algo natural y triunfal, y sigamos adelante como si no existiera la maldad.

El filme aborda el tema de la culpa y la responsabilidad desde un prisma poco convencional. ¿Cómo han reflejado el contraste entre la percepción pública y la forma en que Berta se ve y actúa?

Mora: Ese contraste es quizás lo que motoriza la película. El hecho de que Berta no se responsabilice y de algún modo no sienta culpa es lo que atrae, de forma negativa, a su público, a los medios, incluso quizás sea lo que atrapa a quien está como espectador de la película. A Berta le dicen que haga A y ella hace B, actúa al revés de “lo esperado”, tuerce la moral y todos los que la seguían se horrorizan, lógicamente. Pero después, ese mismo discurso, incorrecto y repudiable, es el que hace que sus seguidores la vuelvan a ubicar en la cima más alta. Está todo un poco torcido moralmente hablando…, pero hoy la percepción pública está en un momento difícil de descifrar, lo que se solía repudiar, se levanta como bandera y viceversa. Es confuso.

La película también trata el doble rasero de la industria y la cultura de la cancelación. ¿Qué buscaban transmitir?

Mora: Cuando Vale me sumó al proyecto, la idea ya estaba, y nuestro objetivo era transformarla en película (originalmente era una serie). Cuando me contó de qué iba, mi primera impresión fue que ‘Culpa cero’ traía una fuerte crítica a nosotros mismos como espectadores, como seguidores, oyentes, lectores. Como humanos de doble filo, que un día amamos y al otro día odiamos. A veces los extremos son, y serán, muy necesarios para calar hondo y generar cambios, pero eso no quita que sean muy peligrosos. Como el extremo de no sentir culpa, o el extremo de la cultura de la cancelación. A mí, personalmente, me atrae mucho más lo que hay en el medio, sin buenos o malos, todo tiene sus matices y puede analizarse dentro de un contexto. Creo que un buen ejemplo es el personaje de Berta. 

Valeria: Para mí el humor es importante siempre, sea un drama o una comedia, porque es la manera más despojada de todo prejuicio para trabajar. Y esa libertad es fundamental para actuar y para dirigir también. Y es lo que me unió con Mori.

¿Qué importancia tiene el contexto mediático en la historia? 

Valeria: Es importante porque funciona como termómetro del accionar de Berta. Los medios al principio hacen un juicio de valor muy negativo sobre sus plagios y eso influye, no solo en el público, sino también en todo lo que la rodea. 

El elenco es fundamental para sustentar esta historia. ¿Cómo ha sido trabajar con Cecilia Roth, Justina Bustos y Gaia Garibaldi?

Valeria: Con todos los actores fue un placer, la verdad. Trabajar con Ceci es un regalo, porque le interesa todo. No se pierde nada de lo que le puedas contar o aportar a la hora de actuar, se entrega y prueba todos los extremos sin miedo alguno. Con Justi también, charlamos, compartimos, nos pasamos materiales que sentíamos muy afín con su personaje. A Gaia la conocimos gracias a la genia de María Laura Berch, directora de casting. Y fue mágico. Gaia es pura emoción. 

¿Mora, cómo ha sido dirigir como actriz a la codirectora de la película? 

Mora: Me daría mucha vergüenza decir que la dirigí; Vale se dirige sola. La película tiene pocas escenas sin ella en pantalla, pero la idea era que los primeros días estuviéramos juntas detrás de cámara, enfocadas solo en la dirección. Esa forma de organizar el rompecabezas del plan hizo que la primera escena de Vale como actriz sea una de las más difíciles de la película: el plano secuencia donde Berta visita la casa de Marta. Era una escena de seis páginas de guion en la que la protagonista atraviesa muchos estados, sin cortes; llega distante, se enfurece hasta querer pegarle, pero después llega la calma y nos deja ver todo lo que necesita a Marta en su vida. Vi a Vale frente a cámara por primera vez con esta escena, la admiré y me emocioné, pero sobre todo me di cuenta que yo no tenía mucho que hacer. También creo que escribir juntas ayudó muchísimo. Pasamos horas hablando sobre cada escena, cada espacio, desde las puestas de cámara hasta los tonos de cada diálogo. Y no hay nada mejor que escribir con quien luego va a ponerle la voz y el cuerpo a ese personaje. Yo creo que pocas veces me he reído tanto como trabajando juntas. Ese trabajo y humor en común creo que nos dio mucha fuerza para llegar al rodaje unidas. Para mí, todo fue un gran aprendizaje.

Valeria, esta es su segunda película como directora. ¿Qué le ha aportado el tándem con Mora?

Valeria: A Mori la conozco hace mucho, tengo mucha confianza con ella. Somos amigas, nos reímos, nos entendemos, me da mucha confianza su mirada. Y estando yo en tantas escenas, la cercanía de Mora me ayudó mucho. Para las dos fue enriquecedor trabajar juntas. Esto nos facilitó poder armar el clima perfecto para esta peli.