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“Hay que tener confianza, no se puede hacer cine, ni nada, pensando en los demás”

“Hay que tener confianza, no se puede hacer cine, ni nada, pensando en los demás”

Protagonista Gracia Querejeta

16.03.2025

La veterana cineasta Gracia Querejeta presenta hoy su último trabajo, ‘La buena suerte’, basado en la novela homónima de Rosa Montero

CARMEN ALCARAZ

 

Regresa al Festival de Málaga con ‘La buena suerte’ después de cosechar éxitos con ‘Héctor’ y ‘15 años y un día’, que la convierten en la directora más laureada del certamen. ¿Qué supone para usted la vuelta al Cervantes? 

Es muy ilusionante. Cuando uno está rodando no espera ir a un festival, pero estoy muy agradecida al comité de que haya seleccionado la película. Lo importante es llegar y que el certamen sea una plataforma para que la gente vea tu trabajo, más allá del palmarés.  

Esta película está basada en la novela homónima de Rosa Montero. ¿Cómo ha sido el proceso de adaptar a una autora como ella?

Pues contra todo lo que se pueda pensar ha sido muy fácil porque Rosa es una mujer, aparte de muy lista y estupenda novelista, muy cinéfila. Ella comprende que el lenguaje cinematográfico es uno y el literario otro, con diferentes normas y mimbres con los que jugar para contar una historia. Así que nos ha dado completa libertad para adaptar la novela. Y no solamente eso. Tengo que decir que para mí fue un trago tenerle que enseñar el guion. Tuve una mala experiencia con Javier Marías, pero ha sido exactamente lo contrario. Además, Rosa y yo nos conocemos desde que éramos pequeñas, así que sólo tengo palabras de agradecimiento.

¿Se ha quitado la espinita de lo ocurrido con Javier Marías en ‘El último viaje de Robert Rylands’?

Sí pero bueno, yo ya no estaba enfadada con Javier, más allá de que haya muerto. Me había olvidado de esa historia. 

La película crea una atmósfera particular que introduce el relato y a sus protagonistas.

He procurado que el paisaje fuera un personaje más. El protagonista (Hugo Silva) desaparece y no lo hace en un oasis o en un resort de Cancún, sino que se mete en un agujero perdido de la mano de Dios. Por eso el pueblo tenía que ser particular y solitario.

¿Qué le sedujo de esta historia?

Lo que más me interesó de la novela de Rosa Montero es que nos acerca a una realidad terrible, y es que no solamente existe la violencia contra las mujeres, que obviamente está ahí y el cine desde hace años está contando mucho al respecto. También existe esa violencia de hijos a padres y de padres a hijos. En este caso contamos una relación paternofilial absolutamente tóxica en el que un chico coloca a su padre en una situación terrible. Esto está ocurriendo también en nuestra sociedad, y es algo durísimo. Además, de manera paralela narra cómo el amor, sobre todo a través del personaje de Raluca (Megan Montaner), es capaz de redimirnos y transformar nuestra vida.

La historia tiene un contrapunto cómico en el personaje de Miguel Rellán, que verbaliza lo que está en el ambiente. 

Sí, el personaje de Miguel es un enamorado platónico de la chica, con algo de mala gaita, que efectivamente sirve de contrapunto y aporta un cierto sentido del humor amargo a todo lo terrible que está pasando.

Decía usted que el amor lo puede todo. ¿Es necesario recordarlo en estos momentos de crispación y confrontación que vivimos?

Yo creo que sí. Y no tiene por qué ser un amor romántico, puede ser asexuado. Hay muchos tipos de amor. Puede sonar un poco cursi, pero es verdad que en el mundo en el que vivimos es lo que nos hace falta.

Su carrera cuenta con historias muy variadas, de contenido social, de suspense y humor. ¿Cómo se plantea cada proyecto?

Con miedo y con la mayor naturalidad de la que soy capaz. Intento dejarme llevar por la historia y confiar en mi manera de contarla para que le llegue al espectador. Pero no se puede hacer cine, ni nada, pensando en los demás. Hay que buscar ser lo más honesto posible con la forma en la que se relatan las cosas. Y luego podemos rezar para que le guste al público. Nadie hace cine para dejarlo en un cajón o que lo vean sus amigos. 

En este sentido, ¿ha cambiado su visión del cine desde que empezó hace casi cuatro décadas?

En 2027 harán 40 años de mi primer corto, imagínate. Es inevitable que evolucione porque uno también ve cine y le suceden diferentes situaciones en la vida. Yo había cosas que, en una época de mi vida, no hubiera pensado en rodar nunca como lo hago ahora. Lo que no ha cambiado en mí son los temas que me interesan, que es el lado más humano de las historias. Por eso hago películas como ‘La buena suerte’, que habla de gente corriente a la que le suceden cosas que nos pueden pasar a los demás.

Se encuentra rodando la segunda temporada de la serie mexicana ‘Accidente’, que está siendo un éxito mundial. ¿Ha tenido que cambiar su método de trabajo para adaptarse al estilo local?

No porque, aunque la serie sea totalmente mexicana, el cine es un lenguaje universal y detrás de eso está el sentido común. Al final, si un director entiende el guion que tiene entre manos y cuenta con buenos actores y actrices, las cosas suelen salir. Aunque obviamente siempre hay que echarle horas de trabajo, tesón e ilusión. Yo tengo un elenco de lujo, no solo de México, sino de toda Latinoamérica, y una historia que aunque es terrible, puede pasarle a cualquiera.