Protagonistas

“Haber estado solo detrás de la cámara en esta cinta me ha hecho crecer como director”

“Haber estado solo detrás de la cámara en esta cinta me ha hecho crecer como director”

Protagonista Javier Veiga

21.03.2025

Javier Veiga pone hoy humor a la sección con su segundo filme, en el que nos lleva de vacaciones a las canarias con Dani Rovira y Guillermo Francella

TAMARA HARILLO

Visita este Festival por segundo año consecutivo con su nuevo trabajo, ‘Playa de Lobos’. ¿Qué nos trae esta vez? 

Mira, esta es una película que me ha tenido dando vueltas sobre cómo definir su género. Formalmente, es un thriller psicológico, pero con mucho sentido del humor. A veces me gusta decir que es una comedia de suspense, aunque no sé si alguien ha usado ese término antes. Si existiera, me acogería a él. Pero, en resumen, creo que es un thriller psicológico con mucho humor, sustentado por la relación entre los personajes.

Esta incursión en el thriller, manteniendo la comedia, ¿es una nueva vía que explorar para usted?

En realidad era lo que pedía esta historia. Cuando empecé a escribirla, la idea estaba antes que el género. No suelo empezar pensando en hacer un thriller o una comedia romántica. En este caso, resultó ser un thriller, aunque no lo había decidido de antemano.

En cualquier caso, con esta propuesta nos lleva de vacaciones a Fuerteventura, a una playa paradisiaca. ¿Qué aporta esta localización a la trama? 

Busqué muchas ubicaciones, ya que la historia requería una playa. Necesitábamos un clima favorable y evitar las lluvias. Claro, a mí me habría gustado rodar en mi tierra, Galicia, pero habría sido más complicado [risas]. Canarias tenía muchos puntos a favor, y después de ver cientos de playas, encontramos esta ubicación perfecta. Parecía que conocía el guion. Además, Fuerteventura tiene un paisaje volcánico y desértico muy especial, que le daba a la película una sensación de vacío y tensión, casi de western, en el duelo entre los personajes.

¿Y qué tal el rodaje en este paraje idílico?

Pues a pesar de que vemos en pantalla mucho chiringuito y mucha tumbona, un rodaje siempre es un proceso complicado. Allí descubrí que Fuerteventura se llama así por el viento, yo creía que tenía que ver con la buena suerte, fíjate si iba mal encaminado. Y me enteré enseguida de que no. No te imaginas la ventolera. Y luego las mareas, que suben y bajan... A todos estos condicionantes se une que la trama se desarrolla en gran parte de noche. Pero bueno, sí, también fue muy placentero, aprovechábamos las mañanas para descansar y volvimos todos morenos. 

La premisa que nos presenta parte del choque entre dos personajes opuestos: uno que cree saberlo todo y otro que no quiere saber nada. Javier, parece que nos habla de las dos Españas...

¡Totalmente! Bueno, en este caso, las dos Españas y las dos Argentinas, porque cada protagonista es de un país. La idea era mostrar a dos personas muy opuestas, con dificultades para entenderse, especialmente en la manera de asumir la responsabilidad. Es un poco un reflejo de esas situaciones cotidianas que nos desquician, cuando la gente evade su responsabilidad y echa balones fuera.

Si se trata de escurrir el bulto, no le habrán faltado ejemplos en los que inspirarse para armar estos personajes, ¿no?

Llevo 52 años de inspiración [risas]. Te confieso que esta historia parte un día en que yo mismo me vi enfrentado a esta irracionalidad, aunque en un contexto totalmente distinto. Me había dejado el móvil en un tren y cuando quise entrar a recuperarlo, tuve que superar las doce pruebas de Asterix, me mandaban de una instancia a otra... Ahí supe que quería contar una historia así, aunque luego el guion ha ido por otros derroteros.

¿Y con cuál de los dos personajes nos vamos a sentir más identificados?

Sinceramente, creo que con los dos. Habrá situaciones en las que el público piense que actuaría como uno de ellos, pero luego verá comportamientos que no soporte. La razón nunca es algo que esté del todo claro. 

Esta vez usted no ha querido ponerse delante de la cámara. ¿Por qué ha decidido centrarse solo en la dirección y no actuar?

Hago un papelito muy pequeño solamente, sí. La verdad es que no encajaba en ninguno de los dos personajes. Quería centrarme en la dirección y disfrutar de la experiencia desde detrás de la cámara. Y creo que ha sido un acierto, porque, además, he encontrado un reparto, si me permites la expresión, acojonante. Dos actorazos súper conocidos, con unas carreras impresionantes y que, además, encajan a la perfección en estos papeles. Han hecho un trabajo que ha superado todas mis expectativas, no puedo estar más feliz. 

¿Se lo han puesto fácil Guillermo Francella y Dani Rovira? 

Ha sido un verdadero placer. En esta película hay un choque de dos transatlánticos como ellos. Han estado implicadísimos y encima he tenido mucho tiempo de ensayos, de preparar con ellos el guion muy bien. Los dos estaban enamorados de la historia y han ido a favor de obra. 

Javier, siempre se dice que en la segunda película es cuando los directores sienten más presión, que tienen que demostrar más. ¿Usted lo ha sentido así con este trabajo?

Ay, menos mal que no conocía esa expresión porque me habría pesado muchísimo. Ostras pues no, no he sentido esa presión. He aprendido mucho de la primera película y creo que esta es mejor. Haber estado solo detrás de la cámara me ha hecho crecer como director. Estoy muy contento con el resultado y creo que he hecho la película que quería hacer. Espero que al público le guste. Y tengo muchas ganas de estar en la fiesta del cine español que es el Festival de Málaga, que encima coincide con la Biznaga a Francella. Va a ser un pase muy bonito.