Protagonista Mercedes Morán
La actriz argentina Mercedes Morán regresa con alegría a Málaga para repartir biznagas como presidenta del jurado de la Sección Oficial
TAMARA HARILLO
¿Cómo asume la responsabilidad de presidir el jurado de esta 28 edición? ¿Tiene ya bagaje en este cometido o es su primera vez?
Me da mucha alegría y es un honor para mí presidir este jurado. Se trata de una hermosa responsabilidad que compartiré con gente admirada y querida; otro gesto amoroso del Festival de Málaga para conmigo, teniendo en cuenta que en el año 2022 recibí el Premio Retrospectiva. Y no, no es mi primera vez en esta tarea, el año pasado fui también presidenta del jurado del Festival de Río de Janeiro y he sido parte en otros certámenes también.
¿Qué criterio considera clave al evaluar una película? Siendo actriz, las interpretaciones las mirará con lupa, ¿me equivoco?
El criterio siempre es consensuado con el resto de compañeros del jurado. En definitiva, lo que provoca una película no siempre se advierte cuando una termina de verla, hay que dejar que te acompañe, que te persiga y que te hable para después compartir y reflexionar. Mi mirada para con mis colegas es siempre amorosa, ya que mi condición de actriz me permite discriminar el trabajo de todo el equipo que rodea a los actores y actrices en un filme. Yo creo que cuando un película despierta una emoción, nada puede modificar esa experiencia... ¡por suerte! Luego el análisis o la lectura de por qué tiene tal o cual virtud es aparte y puede ser más objetivo.
¿Ha podido echarle un ojo a la Sección Oficial? Así, sobre el papel, ¿qué opinión le merece?
¡Sí! Ya he mirado todo lo que viene estos días. Las películas seleccionadas, sus direcciones y elencos despiertan una gran expectativa. Es un privilegio poderlas apreciar de este modo.
Este año, por primera vez, hay más directoras que directores en la selección a concurso. ¿Qué reflexión le inspira esta situación? ¿Cree que marca un punto de inflexión?
Personalmente, me da mucha felicidad encontrar más directoras mujeres. Como actriz, mi experiencia con directoras ha sido muy reconfortante. Es muy importante que la narrativa y la dirección encuentren un punto de vista que nos resulte revelador. Y creo que la perspectiva de género es fundamental en este sentido.
Hace un par de ediciones el Festival rindió tributo a su carrera con el Premio Retrospectiva. ¿Qué recuerdos guarda de ese momento y con qué sensaciones regresa a Málaga?
¡Tengo un recuerdo tan bonito de esa edición! Este festival tiene la envergadura, la escala, la convocatoria y la potencia que se requieren para ser uno de los más prestigiosos y queridos del mundo. Porque, además de excelencia, está lleno de afecto. En Málaga se respira amor al cine y eso es lo que siempre necesitamos. Hoy más que nunca.
¿Cómo valora la evolución del Festival de Málaga en los últimos años, con la apertura a Latinoamérica? ¿Era lo natural esta fusión de las cinematografías hermanas?
El cine latinoamericano, al que yo pertenezco, encuentra en este festival un lugar que lo recibe con la naturalidad del afecto familiar. De esa fusión hecha por historias comunes, por lenguajes compartidos, reinicia diálogos que resultan enriquecedores para ambos.
Más allá de elegir a los ganadores, ¿qué le gustaría que dejara esta edición del festival en el público y en la industria?
Los festivales, como las películas, son actos de fe. Y lo que dejan siempre es un sentido de por qué el cine es tan necesario y la importancia de mantenerlo vivo. Es una industria que en el mundo hoy se siente vulnerable, y estos hechos nos lo recuerdan.
Biografía
Mercedes Morán ha desarrollado su carrera como actriz en cine, teatro y televisión. Ha participado en importantes títulos del cine latinoamericano de las últimas décadas, como ‘La ciénaga’ y ‘La niña santa’ (Lucrecia Martel), ‘Diarios de motocicleta’ (Walter Salles), ‘Betibú’ (Miguel Cohan), ‘Neruda’ (Pablo Larraín), ‘El amor menos pensado’ (Juan Vera), ‘Familia sumergida’ (María Alché), ‘Araña’ (Andrés Wood), ‘Elena sabe’ (Anahí Berneri) y ‘Sueño Florianópolis’ (Ana Katz), por la cual recibió el premio a la mejor actriz en el Festival de Karlovy Vary. En teatro, ha interpretado obras de Arthur Miller, David Mamet, Tracey Letts, David Lindsay-Abaire, Paul Zindel, Woody Allen y Neil Simon, además de dirigir y escribir su propio espectáculo, ‘Ay, amor divino!’. Es uno de los rostros imprescindibles de la televisión argentina y en los últimos años ha estrenado las series de Netflix ‘El Reino’, ‘Maradona: sueño bendito’ y la multipremiada ‘Iosi, el espía arrepentido’, de Amazon Prime Video.