Protagonista Verónica Chen
La directora argentina Verónica Chen entra en la competición con una cinta sobre los límites morales que se desarrolla junto al mar
TAMARA HARILLO
‘Los terrenos’ presenta una situación moralmente compleja, en la que el personaje principal se enfrenta a decisiones difíciles para comprar la casa que desea. ¿Qué aspectos de esta premisa le atrajeron para explorar los conflictos éticos en la película?
Me interesan los personajes que se encuentran en situaciones límite de un conflicto ético y moral. Personas comunes y corrientes y de clase media, profesionales, instruidas. Son buenas personas, inclusive solidarias. Pero un buen día, deben decidir entre el egoísmo o sacrificar sus intereses personales por el bienestar de un otro. Me interesa esta situación de los personajes porque encuentro que este es el dilema central de la condición humana y que define precisamente de qué se trata ser “humanos”.
La idea central de la película gira en torno a lo que uno está dispuesto a hacer para conseguir lo que quiere, de sus propios límites. Al final todos tenemos un precio, ¿no?
Quisiera que la película cuestione precisamente esta idea. Porque ese precio Vera lo paga con creces.
Pero, ¿estamos malacostumbrados a salirnos siempre con la nuestra sin pensar en las consecuencias?
Creo, ahora que ya no tengo 20 años, que la “inconsciencia” en la que a veces queremos movernos, no existe. Sabemos perfectamente el alcance de nuestros actos y las consecuencias que acarrean. Y si creemos que somos “inocentes” por desconocer el alcance de nuestros actos, estamos siendo hipócritas, mentirosos e ignorantes. En Argentina, en tiempos de la última dictadura; durante el nazismo y el fascismo, ese “yo no sabía qué estaba pasando” no solo de parte de militares de rango menor que detentaban el poder, sino de una gran parte de la población. Eso permitió el desarrollo de asesinatos, torturas y saqueos. En Argentina hubo 30.000 desaparecidos por ese “yo no sabía”.
También son interesantes las dinámicas de poder que se generan entre los personajes: el chantaje, la lucha de clases sociales, la confrontación entre las dos mujeres…
Sí, me interesa analizar las cuestiones de género dentro de las cuestiones de clase. Cómo interactúan. La desigualdad de poder entre Vera y Suárez difiere en género y clase social. Vera sube por clase y baja como mujer. A su vez, entre Cynthia y Vera no hay sororidad posible. Entre ellas es tan fuerte la diferencia social, que anula la solidaridad de género. Por supuesto que esto es una elección de parte de Vera, que impone a Cynthia.
Vera y Suárez son personajes que experimentan un cambio significativo a lo largo de la película, descubriendo otras caras cada vez más extremas. ¿Cómo trabajaron con los actores este arco evolutivo? Ha apostado sobre seguro con la pareja protagonista, interpretada por Azul Fernández y César Troncoso.
Suárez lleva adelante un cambio en superficie, ya que se trata de un embaucador que finge no serlo, pero creo que el espectador puede adelantarse a Vera en adivinar sus intenciones. Sin embargo, el grado de oscuridad que despliega es sorprendente. Hay algo en Vera que lo desafía y esto lo lleva a una violencia moral y física que ni él mismo esperaba. En el caso de Vera, también hay algo en la desfachatez de Suárez, en su irreverencia, que hace temblar la estructura de Vera y hacerle perder pie. No sabe cómo actuar con él. Con los actores César Troncoso y Azul Fernández trabajamos mucho sus personajes en los ensayos previos. Intentamos apelar a los pequeños detalles que volvían irritante al otro. Por ejemplo, a Vera la irrita que Suárez le meta los pies sucios en su piscina y luego, sin secárselos, le moje el piso. A Suárez le irrita el tono de voz de Vera, su perfecta manicura, la forma en que lo mira por encima de las gafas.
El entorno físico de ‘Los terrenos’ parece ser un personaje por derecho propio. De nuevo recurre al mar como andamiaje para la trama, como ya hiciera en sus anteriores trabajos. ¿Qué tiene el agua que tanto le cautiva?
El agua, y sobre todo el mar, me atrae como escenario y también como personaje. Tal vez en la costa, y sobre todo en verano, fantaseamos con ser un poco más libres. O tal vez sea, como dice Suárez, “el derecho de propiedad siempre se acentúa junto al mar.” Y las posibilidades de esto me interesan.
También sigue apostando por historias provocadoras protagonizadas por mujeres que, en varios pasajes, alcanzan cotas incómodas, sin concesiones para la audiencia. ¿Le gusta apelar al espectador para que se remueva en su butaca?
Creo que ya no podría hacer una película que no estuviera protagonizada por mujeres, con mujeres como personajes fuertes con conflictos importantes. Me resulta muy difícil ponerme en la piel de un hombre, centralmente. Intento que los personajes masculinos sean complejos y multifacéticos, pero en un personaje femenino me hallo en mi elemento. Y en ese sentido, intento bucear en aquello que a mí misma me provoca, en mis lados oscuros, y plasmar estas contradicciones en mis personajes. Si al espectador lo provoca, es porque a mí misma me despierta preguntas que tal vez no puedo responder.
Por último, Verónica, ¿qué supone para usted competir en Málaga? No es la primera vez que participa en este certamen. ¿Le gusta la idea de volver?
Estoy enormemente feliz por estrenar internacionalmente ‘Los terrenos’ en el Festival de Málaga. Es una espectacular ventana mundial y una hermosa oportunidad para conocer la opinión de la audiencia. Es un lujo, además, que esto coincida con la ciudad que vio nacer a Pablo Picasso. Como anécdota, te contaré que participé con mi segunda película, ‘Agua’, en la edición de 2010 de este certamen. Si bien no pude asistir físicamente, me trajeron a casa la Biznaga de Plata por el Premio Especial del Jurado que ganamos. Aprovecho para agradecerles por aquella vez.
‘Los terrenos’
Vera es una exsurfista nacida junto al mar que está entrando a su cuarto mes de embarazo. Este viaje es su despedida de una vida en el agua para pasar a una vida en tierra. Vera se entusiasma con un terreno excepcionalmente barato y a pasos del mar. Pero allí vive, en una tapera, una mujer sola, viuda reciente con un bebé y un hijo pequeño, quien tras algunas negociaciones se arrepiente de venderla. Vera contacta a un agente inmobiliario local, Suárez, quien le propone un acto inmoral para quedarse.
LUNES 4 MARZO 17.00 HORAS TEATRO CERVANTES