Protagonistas

“No es casualidad que los conflictos de la edad media sean los nuestros”

“No es casualidad que los conflictos de la edad media sean los nuestros”

Entrevista

Protagonista Antonio Chavarrías

07.03.2024

Antonio Chavarrías debuta en el Festival como director con ‘La abadesa’, una historia del siglo IX con conexiones muy actuales

CRISTINA CORTIJO BON

 

¿Cómo surge la idea de contar esta historia de ‘La abadesa’? 

Surge de una pequeña acotación en un libro de historia de este personaje. Se trata de una chica a la que a los 17 años hacen abadesa y tiene que enfrentarse a una serie de problemas porque decide ejercer el poder que le habían dado. En esa época, nadie esperaba que una mujer pudiera ejercer ese poder. Es un personaje que ha pasado bastante desapercibido en la historia. A mí me despertó la curiosidad y, a partir de ahí, empecé a leer. En realidad, leí más sobre la época que sobre el personaje, porque sobre el personaje hay poca cosa.

Dice que encontró una pequeña acotación en un libro de historia…

Sí, fue un libro que me pidió un amigo mexicano sobre la historia de Cataluña, un libro pequeño. Durante un viaje lo estuve hojeando y encontré al personaje. Fue así de curioso. Ahí quedó una pequeña semilla en mi cabeza y cuando regresé del viaje empecé a buscar y a desarrollar el personaje.

¿Qué es lo que le ocurre? 

Esto sucede en el siglo IX. En esa época, los nobles, la gente con cierto poder, colocaba a sus hijos para cubrir cargos que respondieran a unas necesidades políticas o sociales. Esta chica desde que nació estaba predestinada a ser abadesa y de hecho se construye una abadía para ella. El padre muere antes de lo esperado en un enfrentamiento con los musulmanes y a ella la hacen abadesa con 17 años. Es entonces cuando asume un cargo que se esperaba que fuese más testimonial que otra cosa. Lo que se esperaba de ella es que organizara los rezos de la abadía y poco más, pero ella decide ejercer realmente el poder que le habían otorgado y ejercerlo, además, con bastante firmeza. Hizo crecer la abadía y alrededor de eso crecieron también la codicia de los que la rodeaban, la desconfianza y el rechazo de otros nobles a que una mujer tuviera poder y se convirtiera en competencia. 

La película transcurre en el siglo IX pero hay debates que se podrían trasladar a la época actual, como que algunos hombres no asumen la idea de que haya mujeres que tengan poder para cambiar determinadas cosas. 

Yo escribí el guion sin apriorismos, a ver lo que me encontraba, y una vez escrito me encontré que algunos de los conflictos que allí aparecían siguen vivos. No solo el de la mujer que busca un lugar propio en un mundo masculinizado, sino también los conflictos territoriales y las confrontaciones entre religiones y culturas. Todo esto ya estaba allí sembrado. Yo a la conclusión que llegué es que en el siglo IX, en esa transición entre el mundo clásico y el cristianismo, en la alta Edad Media, es cuando se está creando lo que hoy somos. En esa época se consolida el cristianismo con esa idea más dogmática de la religión, cuando se establece el nuevo papel para la mujer y cuando se establecen los territorios. Los países que hoy conocemos se están constituyendo en aquel momento. También se están formando las lenguas: el catalán, el gallego, el castellano, el francés… De alguna forma, no es casualidad que los conflictos de aquella época sean los nuestros. Los conflictos derivan en la historia, no se resuelven e incluso algunos se avivan y no acaban de desaparecer nunca. 

Se habla de un territorio fronterizo. ¿Dónde se ha rodado la película? 

En Aragón, principalmente en el castillo de Loarre, cerca de Huesca. Lo transformamos por fuera digitalmente en abadía, quitándole las torres. Luego, por dentro, por fortuna para nosotros, también fue un convento de agustinas, así que tenía muchas construcciones que tenían una significación religiosa. Esto facilitó mucho el rodaje. 

¿Todos los interiores son del castillo? 

Menos los del principio. La película arranca con el funeral del padre de la protagonista y eso se rodó en la catedral de Lleida. Salvo eso, todo se rodó en Aragón y en Loarre.

¿Y los exteriores? Porque con este verano eterno que vivimos esos paisajes nevados parecen también cosa de otra época.

(Risas) Ahí nos la jugamos. Apostamos además por un sitio en el que, cuando nieva, esta se derrite pronto porque está muy expuesta al sol. Así que dejamos el plan de rodaje abierto y cuando nevaba dejábamos todo lo que estábamos haciendo y nos íbamos a rodar al exterior. Tuvimos la suerte de que la climatología fue muy dura. No hay efectos digitales en las secuencias. Además, lo pasamos realmente mal. Fue un rodaje muy duro. Está tal cual. Cuando había una tormenta de nieve aprovechábamos para sacar los actores, el atrezzo, los caballos, los equipos y nos poníamos a rodar. 

Daniela Brown debuta en el cine con esta película. ¿Cómo llegó a ella y por qué decidió darle el papel principal?

Es el personaje clave porque todo gira alrededor de ella. Para mí fue casi una revelación. En la primera prueba ya vi que podía hacerlo muy bien. Desde el principio ha tenido una conexión perfecta con el personaje y le ha dado una vitalidad y una intensidad muy matizadas, pero de una gran solvencia y credibilidad. No es un personaje fácil porque, además, evoluciona mucho durante la película. Arranca siendo una chica muy joven, crédula y un poco acomplejada por la situación y la vida le lleva a un sitio muy diferente. Para mí va a ser uno de los grandes descubrimientos de esta película, porque creo que ha hecho un gran papel y es una gran actriz. Ha tenido muy buena conexión con el personaje y con la historia, lo entendió muy bien y le supo dar la vida que necesitaba.

Otro de los personajes importantes lo interpreta Carlos Cuevas.

Sí, él hace del conde Borrell, el hermano de la abadesa, y ha aportado mucha veteranía. Los dos se han complementado muy bien y la composición que ha hecho Carlos de su personaje es otra de las grandes aportaciones a la historia.

Usted ha venido a Málaga como productor de varias películas e incluso en 2020 recogió la Biznaga por el Premio Retrospectiva en nombre de Arturo Ripstein, pero es la primera vez que estrena como director. ¿Es muy diferente? ¿Hay más nervios? 

Hombre, vienes con ilusión. Aunque sea mi primera vez como director he venido otras veces y este es un festival muy próximo, que nos cuida. Vengo con muchas ganas de participar y de vivirlo.

¿Cómo se imagina el pase en el Cervantes?

Yo creo que la película va a conectar con el público porque es muy humana. Además, es una historia muy singular que no te encuentras habitualmente en una sala de proyección, ni la época, ni como está tratada... Yo vengo con toda la confianza de que va a conectar con el público porque, además, para eso hacemos las películas, para que conecten y para que gusten.

 

'LA ABADESA'

En el siglo IX, Emma, de 17 años, es nombrada abadesa con el fin de repoblar y cristianizar territorios en conflicto con los moriscos. Al llegar a la abadía tendrá que superar la desconfianza que despierta una mujer decidida a cumplir con su misión, lo que le llevará a enfrentarse a nobles, campesinos y a las propias monjas. Pese a todo, Emma demostrará que, con determinación y voluntad, es posible desafiar las estructuras de poder establecidas. Aunque pagará un alto precio para conseguirlo. JUEVES 7 DE MARZO  22.15 HORAS  TEATRO CERVANTES