Protagonistas

“Mi propósito con esta película es dar visibilidad a la cultura aymara"

“Mi propósito con esta película es dar visibilidad a la cultura aymara"

Entrevista

Protagonista Tito Catacora

06.03.2024

Desde Perú, Tito Catacora llega al concurso con una cinta basada en la mitología andina que abre un diálogo en la gran pantalla en torno a la identidad

TAMARA HARILLO

 

Codirige ‘Yana-Wara’, película póstuma de su sobrino Óscar Catacora, cuyo triste fallecimiento ocurrió durante el rodaje de este filme. ¿Qué le llevó a continuar el proyecto? ¿Será también un testimonio fílmico en su honor?

Era mi obligación continuar con el proyecto por varias razones fundamentales. Yo soy el productor de este filme y, por tanto, tenía un compromiso con el Ministerio de Cultura del Perú, quien nos ha financiado el proyecto. Esos fondos públicos son de todos los peruanos, así que deben ser bien utilizados, pese a cualquier adversidad. También quería continuar con el legado que construí con Óscar, juntos formábamos una “dupla invencible”, empezamos a hacer cine hace 15 años, primero de manera amateur, hasta que llegamos a realizar con un estándar de calidad nuestra película ‘Wiñaypacha’. Después de los fatídicos sucesos con mi sobrino, tuvimos una reunión en la que acordamos con el equipo que yo asumiría la dirección, ya que conocía todo el proceso de creación, planificación y diseño del proyecto. De lo contrario, la obra perdería su esencia.

Se trata de un retrato social, cercano al documental, pero narrado con elementos de fantasía, misticismo y horror. ¿Cómo integró estos elementos en la trama para que complementen una historia principal tan cruda?

Es una historia amplia que abarca varios temas. Pero, el propósito de realizar esta obra es fundamentalmente tratar los espíritus malignos. Queríamos hablar sobre el Añchanchu (espíritu maligno de mayor jerarquía), quien es el dueño del oro en las minas y amo del mundo de las tinieblas. Debe ser tratado con mucha cautela. De acuerdo a la cosmovisión andina, el ser humano convive y se relaciona con todos los seres, incluidos los malignos. Por tanto, para nosotros no es ninguna fantasía ni superstición; más bien, es un ser que existe en la vida cotidiana e interactúa con el poblador andino. Entonces, esas experiencias que conocemos y vivimos las llevamos al campo del cine. En cuanto al elemento del misticismo, eso sí se practica constantemente en nuestro contexto, ya que el conocimiento no solamente se adquiere mediante lo meramente cognitivo, sino que se vive, se siente y se interactúa. Por último, en cuanto al horror, quería magnificar lo que vendría a ser lo amoral o inmoral como parte de un patrón cultural de los aymaras, ya que en nuestra cultura es tan importante la ética y la moral debido a que el error de una persona no solamente afecta a esa persona, sino a toda la comunidad.

La película aborda temas de tradición y cambio dentro de la comunidad aymara. ¿Qué papel juega la mitología en la construcción del universo que vemos en la pantalla? ¿Cómo logro equilibrar la relación entre lo sobrenatural y lo cotidiano en la narrativa? 

En el contexto aymara, la mitología se convierte en la realidad pura. El hombre andino interactúa en un espacio y tiempo conocido como el “Pacha”. Los espíritus no están en otras dimensiones, como sostiene la doctrina cristiana, sino que están presentes y, por ende, hay una relación de dependencia entre los unos con los otros. Por ello, en la narración de la película pudimos equilibrar adecuadamente lo sobrenatural y nos aproximamos a la manifestación de estos fenómenos. Llevar a la pantalla grande una historia que trastoca el mundo de los espíritus malignos fue un reto. Son elementos con una fuerte carga de energías negativas. Por esta razón, recuerdo que me daba mucho miedo al leer el guion, sentía bastante temor para enfrentar el proyecto, aunque finalmente pudimos sacarlo adelante. 

Sorprende la complejidad de los personajes y su comportamiento. ¿Qué influencia tiene el peso de las costumbres y la presión de la comunidad en ellos?

Cada personaje representa a los miembros de la organización social y familiar de una comunidad aymara. Es así, los más veteranos se ocupan de transmitir sus sabidurías a las nuevas generaciones, mientras que los menores de edad aprenden de sus ancestros en la vida práctica, no es ningún delito que un niño trabaje. La comunidad es dirigida por sus autoridades, quienes son responsables de cumplir y hacer cumplir generalmente las leyes sociales, por lo que merecen el respeto de toda la comunidad. A diferencia de justicia ordinaria, en las comunidades originarias, las quejas se solucionan de inmediato, muchas veces incluso en un solo día.

El uso del blanco y negro añade una capa adicional de misterio. ¿Por qué decidieron rodarla con este recurso estilístico?

Tomamos la decisión de grabar a monocromo porque la historia así lo amerita. Pensamos en el espectador universal, ya que sabemos que, de acuerdo a la psicología de colores, el color negro significa misterioso y muerte. Entonces, para conseguir esa sensación de tragedia, teníamos que presentar la obra en blanco y negro, que además añade un efecto de antigüedad.

‘Yana-Wara’ contribuye a la visibilización del pueblo aymara. Qué importante es el cine como herramienta en la preservación y promoción de las culturas indígenas tanto a nivel nacional como internacional en la sociedad contemporánea, ¿no? 

Efectivamente. Es una película hablada íntegramente en lengua originaria, el propósito de impulsar este proyecto fue rescatar, valorar y difundir la esencia misma de la cultura aymara como parte de esa gran cultura andina. En la actualidad vivimos en una sociedad donde la globalización afecta a la diversidad cultural, ya que se promueven las culturas hegemónicas. Sin embargo, las culturas originarias todavía resisten a esos avatares y avasallamientos de la vida. A través del cine, pretendemos impulsar la sobrevivencia de estas culturas relegadas, no solamente por cuestiones de identidad, sino porque albergan una gran riqueza de sabidurías que pueden aportar soluciones a los diversos problemas que aqueja la humanidad.

¿Qué experiencia emocional espera que el público se lleve con su película? ¿Contento de competir con ella en este certamen?

Pretendemos que el público experimente como una fuente de información de nuestra referida cultura, es más, queremos que, a través de ella, puedan generarse espacios de crítica y formularse algunas preguntas, ya que la obra pertenece al cine de arte, es más cognitivo que de entretenimiento. El Festival de Málaga para nosotros representa una ventana de oportunidad para difundirla. Sabemos que la diversidad cultural nos distancia mucho entre el pensamiento andino con el euroccidental; sin embargo, también, podría acercarnos en torno a la figura de una obra y, de esa manera, tratar de entender la complejidad del ser humano.

 

‘YANA-WARA’

La Justicia Comunal acusa a don Evaristo, 80 años de edad, por el asesinato de su nieta Yana-Wara de 13 años. Durante la audiencia, todos se enteran de la trágica historia de esta joven, quien, a causa de la violencia de género, empieza a tener visiones aterradoras tras haber sido tocada por los espíritus malignos que habitan en los lugares prohibidos del Ande.

MIÉRCOLES 6 DE MARZO  16.00 HORAS  TEATRO CERVANTES