“La idea de la película es la exploración de la condición humana”

JESÚS ZOTANO

¿Qué sensaciones le genera acudir a la Sección Oficial del Festival de Málaga con su ópera prima? 

Estoy emocionado. Es un festival que sigo desde hace muchos años y que ha cobrado mucha fuerza en España y en todo el mundo. Me siento muy halagado de formar parte de él. Es un festival que admiro y que respeto. Y comenzar exhibiendo una película aquí es para mí ya un premio gigantesco.

¿Qué nos quiere contar con esta película que contiene varias historias?

Son seis historias que se entrelazan en Ciudad de México. Y la idea de la película es la exploración de la condición humana. Son personajes cotidianos, totalmente mundanos, que tienen encuentros y desencuentros. Y la lluvia sirve como metáfora para limpiar, para generar distintos estados de ánimo que están viviendo los personajes en cada una de historias. Se trata de historias simples, cotidianas, en las que hay amor, desamor, encuentros, desencuentros…, y que por momentos se dan aspectos luminosos y extraños.

Sostiene que a todos nos afecta la lluvia, de una manera u otra.  

Totalmente. Y ese fue un punto de partida: la lluvia genera muchos estados de ánimo. Dependiendo de la situación en la que uno se encuentre, la lluvia puede dar alegría, hay muchas personas a las que les gusta salir a jugar con el agua, pero también hay gente a la que le genera nostalgia u otras emociones. Y la idea de la película es acompañar a estos personajes en sus estados de ánimo. La lluvia es un importantísimo personaje de la película, tanto como Ciudad de México. Ambos son personajes silenciosos, que están presentes y que ayudan a contar el fondo de la historia. 

Resulta curioso que ahora sea lo contrario, la falta de lluvia, lo que nos tenga un tanto preocupados. 

Sí (risas), ocurre en todo el mundo… Y eso pensaba sobre mi país, donde es un caso dramático. Se trata de un fenómeno natural que nos tiene condicionados incluso con su ausencia. 

¿Cómo ha sido enfrentarse a un rodaje bajo el agua? 

Fue muy difícil. Pero pasó algo muy curioso: podría decir que más del setenta por ciento de la lluvia que aparece en la película es lluvia real. Obviamente, rodamos en época de lluvias. Y en Ciudad de México, de pronto suceden lluvias muy explosivas, momentáneas, pero muy explosivas. Y nos ayudó mucho para tener el suelo mojado y ese tipo de cosas que en términos de producción era más complejo. Fue un rodaje complejo y muy hostil para los actores, porque estar a las tres de la madrugada mojándote no es agradable. Pero recibí muchísimo cariño de todos ellos.

Otra particularidad de la película es que el reparto está compuesto por actores veteranos con otros debutantes.

Sí, hay actores con muchísima experiencia y con distintas formaciones, junto a otros que provienen del teatro y otros noveles. Fue una mezcla muy linda que genera en pantalla momentos muy luminosos. Al mismo tiempo, para mí era un compromiso a la hora de mantener un tono. Fue un trabajo delicioso. Recibí por parte de ellos mucho amor, compromiso y generosidad.

La película parte del guion de Paula Markovitch. ¿Cómo ha sido el trabajo con ella?

La relación con Paula viene ya de muchos años. La admiraba mucho como escritora y creadora. Ella me cedió esta obra que tenía escrita desde hacía algunos años. Se trataba de una obra pensada originalmente para rodarla en Argentina. Entonces la trabajamos en conjunto para adaptarla a la Ciudad de México. Fue un trabajo muy colaborativo en el que ella formó parte de toda esta escritura. No estuvo presente en el rodaje, pero sí en toda la parte del montaje, en la que ayudó muchísimo. Al tratarse de varias historias que se mezclan, fue un proceso bastante complejo en términos de decisiones. Y ella formó parte de ello.

Es director de Central Films, una productora experta en el cine publicitario. ¿Utiliza en esta película elementos visuales propios de la publicidad?

No. La verdad es que yo entré en la publicidad por mera coincidencia. Estoy muy agradecido con ella, pero mi formación es cien por cien cinematográfica. Supongo que, después de tantos años de hacer comerciales, habrá elementos, pero la idea nunca fue aportarle un ritmo más vertiginoso o más dinámico, sino al contrario. Es una película que respira mucho, en la que hablan mucho los personajes y con la que he tratado de quitarme un poco el traje de la publicidad, donde los personajes ejecutan acciones concretas. Aquí estamos creando personas.

¿Qué principales referentes están detrás de su decisión de hacer películas?

Del cine español, obviamente, tengo millones de referentes. Pero uno de mis grandes ídolos eternos es Víctor Erice, quien casualmente ha estrenado hace un año una nueva película. ‘El espíritu de la colmena’ me conmovió mucho y fue una película que me marcó la vida totalmente. Toda mi familia, mis padres, mis abuelos, son españoles, y cuando veía la película me veía totalmente reflejado en muchas cosas. Hay millones de directores españoles a los que sigo desde que empecé a estudiar cine. Creo que el cine español es una industria muy sólida y un modelo a seguir en el mundo. Porque son muy celosos, en el buen sentido, de su cine: en la manera de contar sus historias. Y que también está exportándose. Lo vimos en los Goya con Bayona y una película que tiene una profundidad y un alcance mucho más grande de lo que tenía antes el cine español. Y no digo que sea mejor o peor que otras películas, sino que se habla del cine español en todo el mundo: en Hollywood y en otros festivales en Europa. El cine español siempre tiene presencia, y una presencia sólida que viene de hace muchos años. Y eso, precisamente, viene generado por el cuidado y la formación de un cine propio. 

Resulta curioso que, teniendo a Hollywood tan cerca, sus referentes cinematográficos no miren hacia Norteamérica. 

Claro. Soy cinéfilo. Me encanta el cine, es mi vida. Y me gusta mucho el cine español. El año pasado ha sido el año que más películas hermosas he visto en conjunto, como ‘Fallen Leaves’, de Kaurismäki, que me parece una obra maestra; la película de Wenders, ‘Perfect Days’, que me pareció increíble; al igual que ‘La sala de profesores’… Iba al cine y no podía creer que tantas películas fueran tan buenas, como la misma ‘La sociedad de la nieve’. Realmente fue un año muy fructífero y emocionante. Y pocas películas de Hollywood me llamaron la atención. A pesar de que es un país hermano, quitando la de Scorsese (‘Los asesinos de la luna’), pocas películas norteamericanas me conmovieron como las otras. Por ejemplo, la última de Isabel Coixet, ‘Un amor’, me parece un peliculón.

'LLUVIA'

Seis relatos, distintos personajes que transitan por las calles de Ciudad de México, perseguidos por una lluvia intermitente y absortos en una desesperanza cotidiana. Sin embargo, cada uno se enfrenta a un momento imprevisto, un acontecimiento extraño, luminoso o absurdo que les revela quienes son. Después de esos insólitos momentos, ellos vuelven a sumergirse en la confusión de los días. 

VIERNES 8 DE MARZO 19.30 HORAS TEATRO CERVANTES