"He recuperado la esencia de las películas de aventuras con las que yo crecí"

TAMARA HARILLO

Inaugura esta noche el 27 Festival de Málaga con una película de animación que, por si fuera poco, también compite en la Sección Oficial. ¿Cómo asume esta responsabilidad? 

Estoy muy contento por la selección. Málaga es muy especial para mí porque ya me acogió con los brazos abiertos cuando presenté ‘Buñuel en el laberinto de las tortugas’, y repetir con esta película es un lujazo. Cuando me encargaron este proyecto yo sabía que sería un reto, pero ha sido mayor de lo que esperaba: con la pandemia de por medio y una coproducción con China. Pero después de cuatro años y medio, al final creo que tenemos una buena película, que es lo importante. Así que vengo con mucha ilusión. 

De la memorable historia sobre el rodaje de ‘Las Hurdes’ a la China imperial de criaturas mágicas. Vaya cambio de registro, Salvador.

‘Buñuel...’ era un proyecto más intimista, más de autor, y esta es una película familiar, más comercial y para todos los públicos. Pero no es animación al uso, hemos intentado recuperar las historias de aventuras con las que yo crecí: ‘Los Gremlins’, ‘Los Goonies’, ‘E.T.’… las de mi generación. Salvando las distancias, hemos recuperado la esencia de aquellos años para volver a un cine de animación que no solo contenga un gag detrás de otro, sino que haya tensión, risas… Pienso que al público le va a encantar y se va a emocionar.

¿Y cómo ha sido esa incursión por la cultura china? En la investigación para garantizar la autenticidad y la fidelidad cultural habrá sido importante la labor del codirector, Jianping Li. 

En este caso tuvimos suerte porque el acuerdo de coproducción nos imponía un director chino, Jianping Li, que ha hecho un trabajo más de asesoramiento cultural. Sí es cierto que nos empapamos de la cultura china, de la dinastía Han, que es donde se desarrolla la película, pero tener un asesor de su talla fue de gran ayuda. Él es profesor de la Academia de Cine de Pekín y decano de la Escuela de Animación, además de otros cargos políticos. De todas formas, hemos podido hacer libremente y a veces no hemos seguido sus líneas porque, por ejemplo, hay un momento en la película en que la protagonista abraza a otro personaje y esto, para ellos, no está bien visto, no es normal. Teníamos la vista puesta en el público internacional y hay que hacerse entender.

Pero la historia aborda temas universales como el valor, la amistad y la perseverancia. Y, para ello, no importa el idioma ni la edad, ¿no? Este mensaje resuena en las audiencias de todo el mundo. 

Totalmente. La película habla de ser dueño de tu propia vida y de poder cambiar tu destino. El guion me lo encontré ya bastante cerrado, no hay que olvidar que es una adaptación de una saga literaria, pero le di una vuelta para hacerlo más entretenido. El mensaje lo daba la propia historia. 

‘DragonKeeper’ es una película que apela tanto a niños como a adultos. ¿Cómo se equilibra el tono y el contenido para llegar a todos los públicos?

Yo intento tratar al público con mucho respeto y, sobre todo, a los niños. En mi opinión no se les trata en el cine con respeto. Son capaces de ver y entender más cosas de las que creemos y, a veces, simplificamos demasiado el mensaje porque pensamos que no lo van a captar. Y para nada, lo pillan mejor que los adultos. En este sentido, no se trata de hacer una peli de animación que los adultos puedan ver, sino de atraerlos al mundo de la fantasía. Todos los adultos hemos sido niños y queríamos recuperar esa magia.

Hablando de animación, ¿cómo está evolucionando el sector en España? Hace cinco años, cuando presentó aquí su primer trabajo, nos dijo que había ganado mucha relevancia en la escena internacional.

Y ha ido a mejor, por supuesto. La prueba la tenemos este mismo año, por ejemplo, con ‘Robot Dreams’. El sector va creciendo poco a poco, menos de lo que nos gustaría, pero estamos demostrando a nivel internacional que la animación que se hace en España es de muy buena calidad y tiene mucho valor. Además por fuerza propia, nos ayuden las instituciones o no. El talento de nuestros creadores está repartido por todo el mundo, en cualquier estudio de cualquier país te encontrarás, por lo menos, a un artista español en plantilla. Y es de los sectores del cine que más taquilla consigue. Su futuro es imparable.

La saga literaria de Carole Wilkinson en la que se basa la cinta consta de más novelas. ¿Hay planes para adaptar el resto de la serie a películas animadas?

Lo tendrían que decir los productores, que son los dueños del proyecto, pero la idea es que continúe, sí. De hecho, dejamos la película un poco abierta al segundo libro.

Por último. Esta vez también querrá llevarse alguna Biznaga, ¿no?

El nivel es altísimo y será difícil, siempre salimos perdiendo cuando competimos con ficción. A ver qué tal se nos da este año el festival, no perdemos las ganas. 

‘Dragonkeeper (Guardiana de dragones)’

Son tiempos oscuros en la China imperial. Los dragones, antaño amigos y sabios aliados de los hombres, han sido perseguidos durante años y encerrados en mazmorras. En una remota fortaleza en las montañas, una niña esclava ayuda a escapar al último de los dragones y se une a él en una apasionante misión para recuperar el tesoro más preciado: el último huevo de dragón, robado por un malvado hechicero que quiere explotar su potencial mágico para alcanzar la inmortalidad. Salvador Simó es director y coguionista de ‘Buñuel en el laberinto de las tortugas’, título galardonado con el premio de la Academia Europea EFA y el premio Goya a la mejor película de animación. También ha dirigido proyectos televisivos asiáticos y ha trabajado en los departamentos de VFX de filmes como ‘El libro de la selva’ o ‘Piratas del Caribe: La venganza de Salazar’, entre otros. 

VIERNES 1 DE MARZO  22.00 HORAS TEATRO CERVANTES