“El mundo necesita que se valore la educación y a los niños como nuestro futuro”

CRISTINA CORTIJO BON

‘Radical’ es la primera de las películas latinoamericanas que se estrenan en la sección competitiva del festival. ¿Cómo lo está viviendo? 

Es un honor haber sido seleccionado y un placer poder compartir esta película con el público español.

Cuéntenos la historia que hay detrás de la película. Todo empezó con un artículo de la revista ‘Wired’ que hablaba de la niña Paloma Noyola como “la próxima Steve Jobs”. ¿No es así?

Trabajé con el productor Ben Odell y el actor Eugenio Derbez en mi primera película, ‘Sangre de mi sangre’. Encontraron el artículo de la revista ‘Wired’ escrito por Josh Davis, con quien Ben Odell también había trabajado antes. Supongo que por esa experiencia pasada pensaron que yo sería la persona ideal para contar la historia. Cuando lo leí, inmediatamente me interesó y pensé que este tipo de historia podría abordarse de una manera diferente. Por supuesto, los acontecimientos fácticos son el titular inspirador, pero vi una oportunidad de jugar contra ese titular para hacer algo que, con suerte, podría ser más fundamentado, más complicado y, en última instancia, más honesto. Sí, aquí hay un hilo inspirador sobre lo que se puede lograr cuando empoderamos a la juventud y la curiosidad, pero también hay una realidad muy dura sobre cuánto podemos hacer en nuestro mundo de prioridades tan confusas.

¿Qué ha sido de esos niños? ¿Les ha seguido la pista? ¿Alguno de ellos ha participado en este proyecto? 

Paloma continúa sus estudios. De hecho, tanto ella como Sergio, el profesor, fueron fundamentales para ayudarnos con nuestra investigación y recrear un Matamoros que capturó el lugar tan difícil en el que vivían cuando tuvo lugar esta historia en 2011. De hecho, ambos pasaron mucho tiempo con nosotros en el set durante la producción, y Paloma incluso tuvo un pequeño papel en la película (es la bibliotecaria que le muestra a Lupe los libros de filosofía). Los otros niños se basaron en historias muy comunes a las que Sergio nos contó que se enfrentaba constantemente. Sus muchachos más brillantes se convertían en narcos, ya que era el único camino disponible para ellos que ofrecía algún tipo de salida (hasta que ese camino terminaba con una bala antes de los 20 años); y muchas de las niñas quedaban embarazadas poco después de dejarlo en su adolescencia. Los personajes de Nico y Lupe son entonces compuestos de estos tipos de personajes que nos permitieron dramatizar la realidad de Sergio.

¿Y el profesor? ¿Es cierto que sigue enseñando sexto de Primaria en la misma escuela? 

Sí, Sergio sigue dando clases de primaria. De hecho, asistimos a una conferencia en vivo de profesores con más de 70.000 asistentes en línea y Sergio no pudo estar presente porque tenía que enseñar ese día y no podía faltar a sus alumnos. Dice que cree que puede lograr el mayor impacto en el mundo si regresa a su propio vecindario y les enseña a esos niños. Si consideramos que ese enfoque condujo a esta película, que ahora todos ustedes la pueden ver al otro lado del mundo, bueno, puede que tenga razón 

¿Cómo ha sido trabajar con un reparto tan joven? 

Trabajar con estos niños fue al mismo tiempo la experiencia más difícil y gratificante que he tenido como cineasta. Fue una lección de humildad descubrir que la misma idea central de la película, que el genio está en todas partes y solo necesita ser visto, valorado y alentado, se demostraba todos los días en nuestro set. Nuestros niños actores no eran profesionales, no tenían experiencia, pero su trabajo superó nuestras expectativas más locas. 

Cuando uno se acerca a esta película pueden venirle referencias como ‘El club de los poetas muertos’ o, aquí en España, ‘Merlí’, pero las diferencias son enormes, ¿no? 

Sí, claro. En México tiene un término: ‘echaleganismo’. Por supuesto, aquí vemos el poder del estímulo en acción, pero ‘Radical’ nos presenta el otro lado, los obstáculos y problemas muy reales que quizás sean más profundos o formidables, y que con demasiada frecuencia no pueden superarse solo con esfuerzo. Este reconocimiento y el hecho de que, a pesar de todo, los chicos encuentran o aprenden algo (se encuentran unos a otros, a sus familias, encuentran el amor...), es quizás un regalo aún más valioso. Me gustaría pensar que es al menos un camino para efectuar los cambios más profundos necesarios para lograr un verdadero cambio de paradigma. El mundo necesita más ‘Sergios’, pero necesita que sus sociedades valoren aún más la educación y a los niños como nuestro futuro.

¿Qué relación tiene usted con México y con la realidad que cuenta la película?

Por una razón u otra los mexicanos siguen queriendo que haga películas con ellos (risas). La verdad es que he vivido los últimos 8 años en Guatemala, justo al sur de México. Es un país muy diferente y muy similar. La educación financiada con fondos públicos termina allí después de la sexta de primaria. Por otro lado, sería un error pensar que muchos otros países del mundo, incluido Estados Unidos, no son culpables de muchas de las mismas viejas metodologías y enfoques de la educación descritos en ‘Radical’, donde la escuela se ve más como una forma de cuidado infantil -de inculcar obediencia con disciplina y control- que como un lugar diseñado para despertar la curiosidad e incitar un amor permanente por el crecimiento y el aprendizaje.

¿Piensa en las biznagas o ya es suficiente premio venir a Málaga?

El mayor premio de esta película ha sido poder compartirla con audiencias de todo el mundo y ver cómo se conectan con ella. 

'Radical'

Basada en una historia real, ‘Radical’ cuenta la historia de un maestro, quien en una ciudad fronteriza mexicana prueba un método radicalmente nuevo para desbloquear la curiosidad, el potencial y, tal vez incluso, el genio de sus alumnos.

DOMINGO 3  16.30 HORAS TEATRO CERVANTES