La comedia de Roberto Bodegas pertenece a la conocida ‘tercera vía’ del cine español
JESÚS ZOTANO
A comienzos de los años setenta, el tímido aperturismo del régimen franquista propició la incorporación de la sociedad española a la modernidad. Los distintos cambios políticos, económicos, culturales y tecnológicos que iban sucediendo y que hacían prosperar a los países de nuestro entorno fueron poco a poco incorporándose a nuestro día a día: unos cambios que, como bien refleja la comedia ‘Los nuevos españoles’ –título que representa la Película de Oro del 27 Festival de Málaga–, trajeron consigo numerosos conflictos y situaciones más que surrealistas.
Su director, el cineasta Roberto Bodegas, había comenzado a impulsar junto al productor José Luis Dibildos la conocida ‘tercera vía’ del cine español, una corriente que apostaba por películas que tratasen temas actuales y que se situasen a medio camino entre el cine puramente comercial y el de autor. Bodegas ‘prendió’ la citada tercera vía con ‘Españolas en París’ (1971), a la que le siguieron ‘Vida conyugal sana‘ (1973) y ‘Los nuevos españoles’ (1974), en cuyo reparto destacan nombres como José Sacristán, María Luisa San José, Amparo Soler Leal, Antonio Ferrandis, Manuel Zarzo, Josele Román, Manuel Alexandre, Rafael Hernández, Montserrat Julió y María Kosty.
Ejecutivos agresivos
La Confianza, una antigua compañía de seguros madrileña, es repentinamente absorbida por la multinacional Bruster & Bruster, con sede en los Estados Unidos. De un día para otro, los empleados de la nueva filial de Bruster & Bruster en España deben realizar diversos cursos para adaptarse a la nueva situación y así alcanzar los ambiciosos objetivos que marca la empresa.
El agotador proceso de modernización al que son sometidos no solo les afectará en el ámbito laboral, ya que Bruster & Bruster se decide a formar una comunidad con las familias de los empleados para ampliar su campo de acción y, en consecuencia, sus beneficios.
