El fotógrafo Juan Naharro exhibe en calle Larios ‘180 segundos’, una muestra de 80 instantáneas que ofrece su visión de la industria
CARMEN ALCARAZ
De sobra es conocido que la fotografía es el arte de captar “un instante decisivo” y convertirlo en eterno. Ese concepto, acuñado por el fotógrafo francés Henri Cartier-Bresson, encierra un trabajo que se aleja de la casualidad y se sustenta en la causalidad: la del artista que detrás del objetivo es capaz de percibir, retratar y compartir la esencia de una persona, momento o lugar.
Esta es la idea sobre la que se sustenta la exhibición fotográfica encargada de engalanar la calle Larios en esta 28 edición del Festival de Málaga. Detrás de ella se encuentra el fotógrafo Juan Naharro, artífice de ‘180 segundos’, que estará disponible hasta el próximo domingo 23 de marzo.
Como asegura su autor, el título de la exposición hace alusión al tiempo aproximado con el que ha contado a la hora de tomar estas imágenes. Apenas tres minutos para observar, conectar y disparar. Esta brevedad, lejos de ser una limitación, se convierte en un desafío creativo: descubrir la naturaleza en un instante cargado de significado. Un proceso creativo que Naharro asimila a un combate de boxeo. “El primer round lo invertiría en la reacción inicial del modelo y en el momento de la sesión son tres minutos en el cual estamos dos personas intercambiando miradas e impresiones, tratando de captar la esencia, tener contacto y encontrar eso que me da el impulso”, describe el artista sobre las caras, posturas y expresiones recogidas en esta colección. Un total de 80 imágenes, tanto en color como en blanco y negro, en los que retrata a los rostros más conocidos de las pasadas ediciones del Festival de Málaga.
Antonio Velázquez, David Verdaguer o Ana Polvorosa son algunos de los artistas inmortalizados por Naharro, dedicado a la fotografía desde que en 1999 la descubriera “por accidente” y decidera reorientar su formación profesional a ella. En este tiempo ha recorrido diversos festivales y certámenes en los que se ha especializado en capturar la esencia de un instante en situaciones caóticas en las que, sin embargo, logra una estética y equilibrio que se han convertido en una marca personal. “Son fotografías de retrato, en las que consigo cierta complicidad con las personas que pasan por el set, donde para mí cuentan una historia detrás de su mirada, que al coincidir con la mía se produce un milagro”, recalca el fotógrafo sobre su estilo también reflejado en esta exposición.
Este es el primer trabajo de Naharro en Málaga, cuya propuesta recibió con “mucha ilusión y agradecimiento”. Sobre la recepción de la exhibición por todas aquellas personas que se sumerjan en ella en su camino para visitar el certamen malagueño, el artista espera “que se disfrute y se pase bien recorriéndolo”.