Protagonistas

“Por desgracia, es muy fácil encontrar conocidos que hayan vivido esta experiencia”

“Por desgracia, es muy fácil encontrar conocidos que hayan vivido esta experiencia”

Entrevista

Protagonista Juan Sebastián Velásquez y Alejandro Rojas

17.03.2023

Juan Sebastián Velásquez y Alejandro Rojas nos sumergen en un laberinto burocrático lleno de racismo y prejuicios en ‘Upon entry’, su ópera prima

¿Qué nos cuentan en ‘Upon Entry’? 

Juan Sebastián Vásquez: La película acompaña a una pareja que viaja a Estados Unidos con unos visados preaprobados en la Embajada de Madrid en el momento de mudarse, y en el mismo aeropuerto los pasan a hacer un último interrogatorio que será decisivo en sus vidas.

Alejandro Rojas: La película se desarrolla en estos espacios que son un poco limbo, las aduanas de Estados Unidos, que dan la sensación de que, aunque hayas llegado a tu destino, todavía no estás dentro. Ahí suceden cosas que pasan desapercibidas y que mucha gente no conoce. Y la película nos llama a contarlas. Son un conjunto de historias personales que guardan similitud con nosotros mismos, con familiares o amistades cercanas que han pasado por situaciones parecidas y por eso nos aventuramos a compartirlas.

Entonces, ¿tiene mucho de personal? ¿Cómo les ha influido su propia experiencia?

J.S.V: Tiene muchísimo de personal. En el momento inicial en el que planteamos la historia, nos dimos cuenta de que la podíamos coescribir porque partíamos de situaciones similares ante temas de migración y parte de lo bueno y, a la vez, triste de esto es que fue muy fácil encontrar conocidos que hubieran vivido esta experiencia.

La burocracia no siempre es igual para todos, ¿no?

J.S.V: Ya sea por viajes de turismo o por trabajo, aunque lleves los papeles en regla, nos encontramos con que las autoridades cuestionan tu pase según tu origen. Nosotros somos venezolanos, ya hace unos añitos que vivimos en Barcelona, pero viajar con pasaporte venezolano siempre ha sido un motivo para que te miren dos veces y te cuestionen, como si esto les diera derecho. Al fin y al cabo, es un racismo institucional, una violencia policial que nos coarta la libertad de movernos libremente. Y, al contrario, lógicamente, no pasa: un estadounidense no se encuentra con estas barreras. Yo tengo familia allá y no recuerdo ni una vez que haya ido a visitarlos y que en el aeropuerto no me hayan pasado a inspección secundaria. A veces solo te hacen esperar por horas para, después de una pequeña entrevista, finalmente dejarte entrar.

La película se desarrolla en un único espacio. ¿Cuánta importancia tiene la sensación claustrofóbica que transmite?

A.R: Ese era el reto. Se planteó una historia con pocos personajes y pocos espacios para tratar de ser lo más fiel posible a la sensación que tendrías allí dentro y que lo vivas de primera mano. 

J.S.V: Colocar la historia en ese espacio no es una intención meramente dramática. La última vez que fui a Estados Unidos, previa a la pandemia, me pasaron a ese cuartito. Ahí comienza a salir la ansiedad y sensaciones incómodas por estar encerrado y con incertidumbre por lo que pueda pasar, porque van con la actitud de que todos los que estamos allí somos sospechosos hasta que se demuestre lo contrario. Poner la película en esas cuatro paredes representa todo el proceso.

Pero, técnicamente, una única ambientación supone un desafío. ¿Es así? 

A.R: Tuvimos que trabajar un ‘planning’ bastante específico porque quisimos rodarla en continuidad, tal y como se desarrolla cronológicamente. Así pudimos ver la evolución de los actores a medida que se iban metiendo en sus personajes.

¿Y qué tal ha sido el trabajo con ellos? Bruna Cosí y Alberto Amman asumen los papeles principales. 

J.S.V: A nivel actoral tuvimos una suerte enorme porque, desde el minuto uno, sabían muy bien de dónde venían los personajes que queríamos reflejar y entendieron estupendamente la historia que queríamos contar. Cuando hicimos los ensayos daba la sensación de que habíamos estado con ellos desde la primera versión de guion. Una pieza como esta tiene que reposar mucho en la fuerza de los actores y fue un regalo que pudieran participar en el proyecto.

Se trata de un debut por partida doble: codirigen y coescriben la película. ¿Cómo nace esta asociación?

J.S.V: Alejandro y yo nos conocemos por más de veinte años, desde Venezuela, y casualmente hemos acabado los dos en Barcelona. Él viene del montaje y yo de la dirección de fotografía. Teníamos ganas de hacer algo juntos, pero no se había podido dar. La teníamos escrita desde hace años y ha ido evolucionando hasta la edición final. Tuvimos la suerte de poderla escribir de una manera muy fluida, muy en sintonía. Así salió la idea de hacer la dirección en conjunto. 

A.R: Además compartimos las mismas referencias, eso ayudó a darle el tono que la película necesitaba. 

Y además el proyecto cuenta con la apuesta de un referente como Carles Torras de productor.

J.S.V: En 2016 presentó aquí ‘Callback’ y ganó. Yo hice de jefe de eléctricos y a partir de ahí hemos hecho más películas juntos. Le debemos mucho por haberse lanzado con este proyecto y darle una voz a personas migradas, que no siempre contamos con el apoyo para poder dirigir y tomar decisiones en el cine. Con un presupuesto limitado quiso arriesgarse porque confiaba en nosotros y fue algo decisivo. Espero que sea la primera de muchas participaciones conjuntas porque ha sido un gran aliado de la película. 

‘Upon Entry’ viene de participar con éxito en otros festivales internacionales. ¿Les da empuje para concursar en Málaga?

A.R: Estamos muy contentos con la acogida que ha tenido la película a nivel internacional y llegamos con la sensación de coincidir en la Sección Oficial con otras películas muy potentes. Nos da curiosidad saber cómo será la acogida esta primera vez que se presente en España, porque es una historia que finalmente estamos presentando en casa y en otros festivales ha tenido buena recepción. Hablamos de un tema concreto como es la migración, pero el mensaje es universal. Esperamos que el público de Málaga la disfrute tanto como nosotros. 

J.S.V: Agradecemos esa ventana que se abre aquí para películas más pequeñas, con historias arriesgadas y para directores noveles. Cuando se habla de cine español, creo que habría que hacer una representación más amplia, como la que hace el Festival de Málaga, que tiene en cuenta términos de igualdad tanto a nivel de género como de origen. 

Tamara Harillo